Tengo curiosidad pero nada de pasión
Pienso que si hubiera sido un poco más inteligente, me hubiera gustado ser científica. Contribuir con algo y precisar de manera matemática las funciones de nuestra materia gris. La órbita precisa de Venus, la interacción de los átomos estables. Pero no fui nada de eso, así que decidí escribir para inventármelo todo. Es la imaginación la gran hazaña del que no calcula. Sin filtros: creas alguna mentira conveniente y sigues. La pasión necesita la cruel verdad del hincha. Ese que dice “saber” y no cambia. Por eso soy curiosa nunca me gustaron las verdades, me parece suficiente la duda. ¿Me abrirá Dios las puertas cuando me vea o dudará que he existido? Tal vez, al no entregarle ninguna aportación finita del camino de mis pasos ella también dude de mi. Prefiero que Dios sea Diosa. Hasta ahí llega mi duda.